La responsabilidad social corporativa (RSC) se ha convertido en un pilar fundamental para el desarrollo sostenible y la creación de valor a largo plazo. Las empresas ya no son evaluadas únicamente por sus resultados financieros, sino también por su impacto social y ambiental. En este contexto, surge la Directiva sobre información corporativa en materia de Sostenibilidad (CSRD) de obligado cumplimiento por parte de las empresas de manera escalonada a partir de los ejercicios iniciados el 1 de enero de 2024. Esta nueva directiva, al igual que la Ley de Información No Financiera es una herramienta para fomentar la transparencia en las organizaciones a la vez que intenta que dicha información se presente de manera homogénea y comparable para las distintas empresas.
La importancia de la Ley de Información no Financiera y Diversidad
La CSRD, al igual que la Ley de Información no Financiera y Diversidad representan un avance significativo en la normativa empresarial, al exigir que las empresas informen sobre aspectos que van más allá de los estados financieros tradicionales. Estas normas buscan asegurar que las organizaciones adopten un enfoque holístico en la gestión de sus operaciones, considerando no solo el rendimiento económico, sino también su impacto social y ambiental. En España, se han publicado las Normas Europeas de Información sobre Sostenibilidad (NEIS en adelante) para dar cumplimiento a la CSRD.
Entre ellas, cabe destacar la NEIS S1, que trata sobre los requisitos de divulgación sobre el personal propio de las empresas, y en particular la divulgación de los sistemas de gestión de seguridad y salud relacionados con los trabajadores En un mundo donde el estrés laboral y los problemas de salud mental están en aumento, es vital que las empresas tomen medidas proactivas para proteger y promover el bienestar de sus empleados.
Esta ley, si bien no obliga a las organizaciones a aportar información sobre salud mental, resulta muy recomendable, pues permite a las empresas valorar y dar a conocer qué procedimientos tiene la entidad para fomentar la salud mental de su personal, lo cual es un paso esencial para crear entornos laborales saludables y sostenibles.
Fomentando la transparencia y la rendición de cuentas
Uno de los principales objetivos de la existencia de la CSRD y la Ley de Información no Financiera y Diversidad, ambas aplicables actualmente, es fomentar la transparencia y la rendición de cuentas en las empresas. Al obligar a las organizaciones a reportar públicamente sus políticas de RSC, se promueve un mayor nivel de escrutinio y evaluación por parte de los stakeholders, incluidos los empleados, inversores, clientes y la sociedad en general.
La transparencia en la comunicación de las políticas de salud mental y bienestar permite a los empleados conocer las medidas que sus empleadores están tomando para proteger su salud y promover un entorno de trabajo positivo. Esto no solo mejora la confianza y el compromiso de los empleados, sino que también fortalece la reputación de la empresa como un empleador responsable y consciente de la importancia del bienestar de su personal.
Beneficios para las empresas
Diversos estudios han demostrado que los empleados que se sienten valorados y apoyados en su bienestar tienden a ser más productivos, leales y satisfechos con su trabajo. Lo que se traduce en menores tasas de rotación, reducidos niveles de absentismo y una mejora general en la moral y el clima laboral.
Además, las empresas que destacan por sus políticas de bienestar suelen atraer y retener mejor el talento. En un mercado laboral competitivo, ser conocido como un empleador que prioriza la salud mental y el bienestar puede ser un diferenciador clave que atraiga a los mejores candidatos. Asimismo, los inversores y clientes cada vez más valoran las prácticas empresariales responsables y sostenibles, lo que puede mejorar la reputación y el rendimiento financiero de la empresa a largo plazo.
Desafíos y consideraciones
A pesar de los numerosos beneficios, la presentación de la información requerida por la CSRD así como de la Ley de Información no Financiera y Diversidad presenta ciertos desafíos para las empresas. La recopilación y el reporte de información detallada sobre las políticas de RSC, especialmente en áreas tan sensibles como la salud mental, puede ser complejo y requerir recursos adicionales. Las empresas deben asegurarse de que cuentan con los sistemas y procesos adecuados para recopilar datos precisos y significativos, así como para comunicar esta información de manera efectiva.
Asimismo, es fundamental que las empresas adopten un enfoque genuino y comprometido con la salud mental y el bienestar, y no vean el cumplimiento de la norma simplemente como un ejercicio de cumplimiento normativo. Las políticas y programas deben ser auténticos y estar respaldados por acciones concretas y sostenibles que realmente mejoren el bienestar de los empleados.
Conclusión
La Ley de Información no Financiera y Diversidad fue un avance significativo en la normativa empresarial que obligaba a las empresas a ser más transparentes y responsables en sus prácticas de RSC. Con la entrada en vigor de la CSRD así como las NEIS, la normativa se endurece y la información a presentar cada vez es más exigente en todos los aspectos y esto puede derivar a incentivar a las empresas a crear entornos laborales más saludables y sostenibles.
Para las empresas, cumplir con estas normas y presentar adicionalmente medidas relacionadas con la salud mental representan una oportunidad para fortalecer su reputación, atraer y retener talento, y mejorar la productividad y satisfacción de sus empleados. Sin embargo, es crucial que las organizaciones adopten un enfoque auténtico y comprometido con el bienestar de su personal, implementando políticas y programas que realmente marquen la diferencia.
En última instancia, la Ley de Información no Financiera y Diversidad así como la CSRD nos recuerda que el éxito empresarial no debe medirse únicamente en términos económicos, sino también en el impacto positivo que las organizaciones pueden tener en sus empleados y en la sociedad en general. Promover la salud mental y el bienestar en el lugar de trabajo es una inversión en el futuro de las empresas y en el bienestar de todos.
